El telehealth nos brinda la oportunidad de ampliar, enriquecer nuestro trabajo y hacer un acompañamiento más amplio y profundo con las familias que acuden de forma presencial al centro. Además, permite el acceso a personas que no pueden desplazarse hasta la clínica. Entra y descubre qué es..
Tiempos de COVID… Tiempos de adaptarse y también tiempos de transformarse y de evolucionar.
Así, se ha ido gestado en estos 3 meses este nuevo servicio en nuestra oferta asistencial. Al principio, nos acercamos a este concepto y forma de terapia como una manera de adaptar nuestro trabajo a la realidad que estábamos viviendo. Pero después, según fuimos avanzando en la revisión de los artículos e investigaciones relacionados, desarrollando los nuevos modelos de trabajo y estudiando los marcos teóricos en los que se apoya, nos dimos cuenta del potencial terapéutico de esta forma de intervención. El telehealth nos brinda nuevas oportunidades para ampliar, enriquecer nuestro trabajo diario y hacer un acompañamiento más amplio y profundo incluso con las familias que acuden de forma presencial al centro.
El telehealth no es un sustituto de la terapia que hacemos, es otra forma de hacer terapia. No ha llegado para que nos adaptemos, ha llegado para que evolucionemos.
El telehealth o telesalud incluye las diversas formas en las que las nuevas tecnologías pueden ser aprovechadas, en la intervención con las personas, para facilitar y mejorar diversas situaciones y necesidades.
Utilizamos las videoconferencias, el análisis de videos y la incorporación de modelos de trabajo que nos permiten ampliar nuestro acompañamiento y terapia más allá de las posibilidades que permite la terapia presencial.
Los objetivos principales de las sesiones virtuales son:
- Facilitar la continuidad del proceso terapéuticoen momentos en los que no se puede intervenir de forma más directa
- Apoyar y asesorar a las familias para que entiendan las necesidades de los niños/as en el propio contexto.
- Re-examinar las necesidades, dificultades y fortalezas que van surgiendo en las diferencias actividades de la vida diaria
- Facilitar los procesos de regulaciónde las diferentes personas que constituyen el sistema familiar.
- Ayudar en la organización de rutina en casa y análisis de las fuentes de estrés y otros elementos que pueden facilitar o suponer una barrera
Ofrece una oportunidad de acceso a las personas que por diversas razones no pueden desplazarse hasta la clínica. Además es una gran oportunidad para intervenir en el contexto real de la persona, para generalizar aprendizajes en los escenarios y actividades cotidianas, y para empoderar a todo el sistema familiar.
En este modelo de intervención, la familia no es el suplente del terapeuta, sino que a cada persona se la capacita dentro de los roles y funciones que ya desempeña, ayudándoles a expandir sus fortalezas. Se entrena a la familia para que puedan sacarle más partido a la interacción con sus hijos/as en su entorno cotidiano. La función de la terapeuta es más de facilitador y de controlar el entorno.
Este recurso es clave para que las familias entiendan el para qué de cada actividad que se realiza, razonen sobre su entorno y las posibilidades que ofrece. Este enfoque terapéutico se alinea entorno a la creación de espacios terapéuticos para todos los miembros del hogar, pensando en el enriquecimiento ambiental, en función de las necesidades del sistema nervioso de nada individuo. Las familias se benefician de aprender a interpretar las señales que da cada miembro sobre cómo quiere ser tratado por ejemplo durante el juego. En algunos casos podrá sustituir a la terapia presencial, en otros casos será utilizada como complemento en la intervención en clínica.
Esto suma en nuestras intervenciones, porque generalmente en la clínica la familia no suelen participar de esta manera tan activa. De este modo aprenden, viven esto de primera mano y les ayuda a continuar.