Nuestras terapias están enfocadas a niños, niñas y jóvenes que presenten retos en cualquiera de los ámbitos de la vida diaria. Trabajamos con diferentes metodologías y técnicas con el fin de optimizar sus habilidades motoras, sensoriales, cognitivas, emocionales o sociales.
Dirigido tanto a los que tienen un diagnóstico médico (TDHA, PCI, trastorno del espectro autista, síndrome de Down, otros síndromes y enfermedades raras…) como a los que no lo tienen pero presentan desafíos que les afectan en su día a día (alimentación, autocuidado, aprendizaje escolar, miedos, ansiedad, juego, tiempo libre, habilidades sociales…).
ATENCIÓN INDIVIDUALIZADA
Cada persona es única y un buen trabajo terapéutico requiere del análisis de las diferentes causas, fortalezas y puntos de vulnerabilidad que están influyendo en su desempeño diario tanto a nivel intrapersonal, como interpersonal y del entorno.
Por este motivo iniciamos el proceso recogiendo información a través de un cuestionario de anamnesis exhaustivo, recopilando informes previos y a través de un cuestionario sensorial. Una vez tenemos esa información se analiza de forma conjunta por todo el equipo y se pone en marcha el proceso de evaluación necesario y ajustado a cada caso. Esto nos permite establecer el punto de partida, los objetivos de tratamiento y las intervenciones más adecuadas, que se acaban de perfilar de forma conjunta con la familia en un reunión de feedback posterior a dicha evaluación.
Otra parte fundamental de la atención individualizada incluye la coordinación con otros profesionales y personas que interactúan con el/la niño/a o adolescente, tanto en el entorno familiar, como a nivel escolar o terapéutico.
Co-terapia
Este concepto aúna el trabajo de dos terapeutas dentro de la misma sesión. En ocasiones la evolución de un caso, en ciertos etapas del tratamiento, requiere la combinación de diferentes profesionales, enfoques y metodologías, aunando sus conocimientos y visión en sesiones conjuntas.
El resultado de la coterapia aporta avances significativos en periodos de tiempo más cortos y ayuda a desbloquear procesos multicausales de una manera más profunda y eficaz.
Nuestro objetivo es crear entornos donde niños, niñas y adolescentes se sientan seguros, acompañados y respetados y donde dispongan de una amplia variedad de materiales y recursos que les permitan conectar con su motivación interna y convertirse en protagonistas de su propio proceso terapéutico.
Cuando tu hij@ entra en la sala, se convierte en protagonista… Decide qué hacer y qué materiales usar… Si quiere escalar por el rocódromo o prefiere abalanzarse a la piscina de bolas… El niño JUEGA, nosotras TRABAJAMOS. Observando constantemente la conducta del peque, sus movimientos, lo que dice, lo que puede o no gestionar o integrar en cada momento… Vamos aprovechando lo que le motiva para trabajar los objetivos de la terapia.
Ana no sabe que al hacer un juego de puntería mientras se columpia estamos aprovechando el estímulo vestibular para mejorar su integración bilateral o los ajustes de coordinación oculomanual que necesita para tareas de lecto-escritura …. Vamos a aprovechar que Juan hoy quiere subirse a las telas elásticas para trabajar el control postural o su planificación motora… A Sofía le dan miedo los exámenes y está empezando a generalizar el miedo y no quiere ir al cole, hoy vamos a realizar un juego simbólico en el que va a representar a través de acuarelas o arcilla ese miedo y lo va a destruir como ella elija, con toda la rabia que pueda… acabaremos la sesión reviviendo una situación del pasado donde se haya sentido segura, con confianza y poderosa…
Son solo algunos ejemplos de cómo se crea la MAGIA.
La familia es un punto clave en todo el trabajo terapéutico infantil y juvenil. Desde el principio os acompañamos en entender cuáles son las necesidades que está teniendo vuestro/a hijo/a y os involucramos en el proceso para poder apoyarles, reforzar el vínculo afectivo, mejorar la comunicación y crear dinámicas que fortalezcan vuestro sentido de competencia, seguridad y conexión hacia ellos/as.
